Calamaro en Madrid
Bueno lo he ido dejando pasar pero creo que ya va siendo hora de que os hable del increíble concierto que como ya dije fui a ver a Madrid.
Chau.
Calamaro volvía a los ruedos tras una larga ausencia de más de 5 años sin subirse al escenario y yo no me lo podé perder claro. Así que con la compañía de Lord Mochuel nos embarcamos rumbo a la capital. Por cierto un 10 para la compañía Alsa que por 50 € me llevó y me trajo en un bus clase Eurobús, superamplio, supercómodo, con agua mineral gratis y con vales gratuitos para las estaciones de servicio.
En Madrid habíamos quedado ya con el inestimable Lord Sula que se dignó a acercarse hasta la estación. El tío supuestamente venía para que no nos perdiéramos en el metro, pero como buen atlético que es, si algo puede salir mal... saldrá mal: el tío quería subirse al cercanías en vez de al metro!!!! Terrible. Una vez subsanado el pequeño error nos plantamos en Nuevos Ministerios y de allí hasta el Bernabeu. ¿Quién diría que al día siguiente se decidiría el destino del mundo? Como todas las temporadas vamos. La casa de Lord Al-Destape pilla muy cerquita del mítico estadio, y el tío va y se hace del Atleti, menudo mamarracho.
El caso es que tras una divertida cena en Vips y un paseo en taxi soportando al conductor llegamos hasta el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. El susodicho quedó totalmente destrozado en 2001 a causa de un incendio y no fue hasta el año pasado que se reinauguró dotado con un despliegue de medios espectacular. Desde luego una chulada.
Ya por los alrededores se palpaba ambiente increíble y nos quedamos pasmados al comprobar toda la gente que había. El pabellón estaba a rebosar con unas 13 o 14.000 personas, algo increíble. Si es que Calamaro mueve masas, para que luego digán por ahí.
Nosotros estábamos un poco alejados del escenario, en butacas y con mucho espacio para danzar por ahí, pero dos increíbles pantallas hacían que estuviéramos casi tocando a los músicos. AC no se hizo demorar mucho, la gente tenía ganas de marcha y él lo sabía. Comenzó la velada con la linda El cantante, al igual que en su último disco. Todo el mundo coreaba y el pabellón parecía venirse abajo cuando dijo: Buenas noches Madrid!!!.
En Madrid habíamos quedado ya con el inestimable Lord Sula que se dignó a acercarse hasta la estación. El tío supuestamente venía para que no nos perdiéramos en el metro, pero como buen atlético que es, si algo puede salir mal... saldrá mal: el tío quería subirse al cercanías en vez de al metro!!!! Terrible. Una vez subsanado el pequeño error nos plantamos en Nuevos Ministerios y de allí hasta el Bernabeu. ¿Quién diría que al día siguiente se decidiría el destino del mundo? Como todas las temporadas vamos. La casa de Lord Al-Destape pilla muy cerquita del mítico estadio, y el tío va y se hace del Atleti, menudo mamarracho.
El caso es que tras una divertida cena en Vips y un paseo en taxi soportando al conductor llegamos hasta el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. El susodicho quedó totalmente destrozado en 2001 a causa de un incendio y no fue hasta el año pasado que se reinauguró dotado con un despliegue de medios espectacular. Desde luego una chulada.
Ya por los alrededores se palpaba ambiente increíble y nos quedamos pasmados al comprobar toda la gente que había. El pabellón estaba a rebosar con unas 13 o 14.000 personas, algo increíble. Si es que Calamaro mueve masas, para que luego digán por ahí.
Nosotros estábamos un poco alejados del escenario, en butacas y con mucho espacio para danzar por ahí, pero dos increíbles pantallas hacían que estuviéramos casi tocando a los músicos. AC no se hizo demorar mucho, la gente tenía ganas de marcha y él lo sabía. Comenzó la velada con la linda El cantante, al igual que en su último disco. Todo el mundo coreaba y el pabellón parecía venirse abajo cuando dijo: Buenas noches Madrid!!!.
Luego les sucedieron temazos de siempre como El Salmón, Te quiero igual o Tuyo siempre. Otro momento estelar de la noche fue cuando hizo acto de presencia "el Niño" Josele. Dos tangos desgarradores dieron paso a Estadio Azteca, una de mis preferidas. Tras esto algún repaso a temas del Alta Suciedad, Honestidad Brutal y algunos otros de Los Rodríguez, siempre acompañado de la banda de las bandas, la Bersuit, un lujazo para una noche mágica.
Dos horas de derroche musical y artístico que tuve la suerte de vivir. Nunca lo olvidaré. Gracias Andrés y hasta la próxima. Que te vaya bien bonito.
Dos horas de derroche musical y artístico que tuve la suerte de vivir. Nunca lo olvidaré. Gracias Andrés y hasta la próxima. Que te vaya bien bonito.
Chau.
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